4 de agosto de 2009
Es curioso lo bien que me siento al viajar en tren. Es una sensacion que me encanta. Ver las vacas pastando, las ovejas fornicando, los tractores trabajando... todas esas simples cosas que en companyia no aprecias (excepto lo de las ovejas, claro) tan directamente como cuando observas en silencio el pasar del tiempo. Esos pequenyos detalles que estan ahi solo para los privilegiados. Y es que la tranquilidad de no tener un destino programado (aunque parezca contradictorio) te hace abrir los ojos a lo inesperado. Y es que, a pesar de todos los objetos que llevo contra el aburrimiento, nunca me canso de mirar por la ventana. (Creo que me contratarian para anunciar un spot: Viaja en tren, viaja en Renfe!) y... no me entendais mal, me encanto mis dias de pareja con Cory y, quizas por ello ahora vuelvo a disfrutar de mi viaje en solitario. No podria haber visitado NZ de mejor manera que con el, en nuestra Juicy Van. Los buenos momentos vividos juntos siempre permaneceran y, espero volver a revivirlos juntos a mi vuelta. Pero de momento seguire viviendo mi gran aventura.
4/8/09
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